12 oct 2010

Australia Infinita - 1ª parte

Trás un gran día, toca disfrutar del correspondiente viaje.
Lleva planificado desde hace meses, que tras unos días de duda, entre realizar la vuelta al mundo, o disfrutar de Australia al completo, nos decantamos al fin por esta última opción. Y es que más vale conocer bien un lugar que muchos mal.
La ruta es salir desde Madrid, trasbordo en Frankfurt, otro trasbordo más en Singapur y por fin llegar a Perth, en la costa occidental australiana, lo que nos cuesta nada más y nada menos que 20 horas de vuelo, más los correspondientes tiempos de espera en los aeropuertos.
Luego recorreremos el país-continente en este orden; Perth-Adelaida-Melbourne-Sydney-Ayers Rock-Cairns-Darwin, y de aquí pasaremos a Singapur, y vuelta a Madrid, vía Londres.
El recorrido en un mapa es el siguiente
En el mapamundi,
En Australia
En el inicio del viaje, con todas las ilusiones metidas en las maletas, vuelo destino a Australia, desde la T4 de Madrid-Barajas
Ya en Perth, que aunque parezca que llegamos rápido, tardamos dos días en llegar, entre vuelos, trasbordos, esperas y cambio horario, así que el jet-lag tuvimos que recuperarlo sobre la marcha.
Perth es una ciudad situada en la costa occidental de Australia, es la ciudad más aislada del mundo, y es que la ciudad más próxima estará a unos cuantos ciento, o incluso miles, de kilómetros. Además una ciudad super tranquila.
Cruzando la ciudad esta el río Swan, que en unos kilómetros desemboca en el océano Indico.
Después de todo el viaje, realizamos un tour por la ciudad, donde vemos primero Kings Park, una especie de jardín botánico al aire libre.
Sobre un puente peatonal realizado para salvar el barranco existente
Todo el parque esta super cuidado, con el césped bien cortado y agua por cualquier rincón

Un mirador a la ciudad magnífico, ya que el parque esta en lo alto de una colina y se divisan perfectamente la City y parte de la ciudad, la que limita con el río


Después de disfrutar en el parque, nos dirigimos hacía el océano, donde desemboca el río, al pueblo costero de Fremantle, que a las afueras también hace las funciones de puerto de la ciudad
Una curiosa puerta a un restaurante
Las casas son del estilo colonial británico, y la verdad le dan un aire muy peculiar y agradable, combinando lo antiguo con lo nuevo

Los parques no faltan en cualquier ciudad o pueblo, que veremos que es una tónica habitual en todo el territorio australiano
Aquí también ha llegado el vicio de pedir pasta por aparcar, aunque sea por medio de taquímetros
Al ser un pueblo costero, te ofrecen inmersiones acuáticas, aunque por esta vez lo dejamos pasar.
Ya de retorno en la City, realizamos una visita por nuestra cuenta, viendo lo más característico. Aquí un edificio donde alojan la campana de la ciudad, simulando las velas de un velero, en el que puedes disfrutar de las vistas sobre el río
Como no había caballos a la vista, buena es una oca para subirse a sus lomos
O juntarse con una familia de marsupiales, eso si no se puede parar de saltar
Aunque algunos ratos estén más tranquilos, también tienes que refrescarse
En la iglesia de la ciudad, eso si protestante
Y el museo dedicado a los primeros colonos, como no, buscadores de oro, y es que en esta zona del país hay minas de oro, entre otras cosas
A las orillas del río Swan, dimos un agradable paseo
Y con nocturnidad, vislumbramos los monumentos que nos quedaban, como éste, que es el Ayuntamiento
Pero no todo era ver cosas, también nos dedicamos al descanso y a refrescarnos con unas pintas australianas, mientras cenamos
Dos artistas juntos, uno boca abajo y el otro como puede
Y Perth, de noche
Al día siguiente, seguimos en la zona de Perth, aunque salimos del entorno urbano para disfrutar de la naturaleza de la zona. Empezamos en un parque de vida salvaje, donde veremos las especies autóctonas
No podían faltar los koalas, con un pelaje super suave

El diablo de Tasmania
Canguros, en este caso unas crías, como vienen a comer de la mano, se nota que están en cautividad
Los tenía amaestrados
Después de disfrutar de los animales, nos dirigimos al pueblo de Cervantes, donde se fusiona con el océano Indico en esta paradisiaca playa, en la que no podemos resistirnos a meter los pies
De camino vemos un Road Train, con doble remolque (incluso vimos varios con tres), ya que las distancias son grandes y las comunicaciones limitadas
Una cacatúa, con la cresta toda levantada, para recibirnos
Unos toques de la flora de la zona


Y llegamos al sitio estrella de la excursión, los Pinnacles, que son formaciones rocosas, areniscas en este caso, que debido a la erosión del viento y el mar, han formado una especie de ciudad de piedra
Las formaciones y posición de las piedras es asombrosa
Aquí en el Pinnacle más alto del parque, unos 4 metros
Jugando con las formas de las piedras



Luego nos fuimos a otra magnífica playa, aunque esta un poco más concurrida, ya que estaba al lado de un pueblo, eso si al pueblo solo se puede acceder con 4x4, ya que la pista de acceso es de arena de playa

Y como plato final, los autobuses nos llevan a una zona de dunas, donde nos sentimos como si el Rally Dakar se tratase, y luego vino lo mejor
Unas instantáneas de las bajadas de las dunas
Y llegamos a lo más entretenido del día, sandboarding, o como dirán los profesionales, culingboarding. La verdad es que estuvo muy entretenido.
María en la cresta de la duna, cogiendo aire
 En el punto más alto de toda la duna
 Y la bajada, que viene bien para descargar un poco de adrenalina
Y un atadecer de camino a la ciudad
Tras este gran día, toca irse a descansar y poner rumbo a otra parte, nos iremos hacia el sur de Australia, concretamente a Adelaida, una ciudad muy coqueta y universitaria, con lo que vemos mas vida que en la tranquila Perth
María en la recepción del hotel, un lujo
 
Y la verdad que no era para menos, nuestro único 5*
Vista del Ayuntamiento
Una galería interior, muy típico de los australianos, digamos mejor típico de sus colonizadores, los ingleses
Un edificio de la universidad
Ya en el jardín botánico, a disfrutar de la flora autóctona
Y de sus mascotas, aquí muy cariñosas
Y por supuesto, verde y más verde
Una eminencia en la puerta de la universidad

Y dentro del jardín botánico
Rincones increíbles

Uno que se intenta amoldar a las curvas de la zona, aunque es dificil
Y monumento a los caídos en la segunda guerra mundial
Ya al día siguiente, amanecemos y nos llevan de tour a un pueblo costero, Glenelg, en el que parece que se lleva el estilo americano, de salvavidas en su caseta y embarcadero entrando al mar
Esta embarrancado este navío de otra época, que ahora esta reconvertido en restaurante

El pueblo es una zona turística-recreativa cerca de Adelaida y se nota en todas sus actividades. Aquí la noria
Ya de vuelta en la ciudad, comemos en un comedero (dígase de un lugar con muchas mesas agrupadas y locales de comida en los alrededores para pedir), que es también bastante habitual. Para elegir de cualquier tipo de comida, china, india..., eso si, especias no falta en ninguna comida.
Ya en el paseo principal de Adelaida, The Mall, paseo comercial peatonal, María se entretiene con los cochinos
Aunque uno no se queda atrás

Y siguiendo con la ruta, pasamos por los lugares mas emblemáticos
En el parque al lado del río, uno se pierde en sus pensamientos

Y cruzando el río llegamos a la catedral
Así estabamos nosotros hace una semana escasa, y la foto no quedo mal. Si hubiese tenido su correo se la mando de recuerdo
Y como nos trajó muy buenos recuerdos, lo celebramos
Los edificios siguen el estilo colonial inglés, con coloridos muy vivos y edificios muy cuidados

En la zona del edificio de la ópera, junto al margen del río
Los árboles son increíbles, asustan con sus dimensiones
Intentando hacer rodar el mundo, que parece que con la crisis se ha parado, aunque he de decir, que no tuve suficientes fuerzas
Después de darnos una paliza importante, todo el día pateando la ciudad, nos merecemos una buena cena sentaditos en un restaurante griego
Y con este atardecer nos vamos a la cama, que mañana nos espera otra dura jornada
Este día toca disfrutar de la naturaleza en Kangaroo Island, la tercera isla más grande de Australia y paraiso natural, donde crían los leones marinos, focas de Nueva Zelanda, aparte de otras maravillas.
Tenemos que llegar a Cape Jervis y cruzar en catamarán a la isla